Nicolás Ibánez pensaba que heredaría el imperio de supermercados que su familia tenía en Chile. Cuando este fue vendido a Walmart, cambió sus planes por completo.
Nicolás Ibánez inició su estancia en la Escuela de Negocios de Harvard con un dilema de 10 dígitos.
Eran mediados de 2009 y su familia había comenzado a invertir parte de los mil 600 millones de dólares que Walmart les pagó para adquirir la cadena de supermercados que fundaron en Chile.
Nicolás, quien ya no heredaría ese imperio, vio así alterados sus planes de estudiar un MBA (Master of Business Administration) y enfocó sus estudios en las finanzas.
"Cambié por completo mi plan de estudios. De repente, como familia, tuvimos el gran desafío de administrar nuestra liquidez", dijo.
Ibáñez, quien hoy tiene 36 años, estuvo a la altura del reto. Con el apoyo de sus familiares, echó a andar la firma Drake Real Estate Partners en 2012 para lograr acuerdos de inversión en Estados Unidos.
Actualmente, con un capital que se acerca a los mil 500 millones de dólares, la firma con sede en Nueva York busca recaudar alrededor de 400 millones de dólares para fin de año para un nuevo fondo. El clan Ibáñez está poniendo alrededor de un cuarto del total, mostrando un compromiso que ha atraído la atención de otras familias ricas con cierto 'gusto' por los bienes raíces estadounidenses.
"Iniciamos nuestro primer fondo solo con el dinero de mi familia", recordó el graduado de Harvard, haciendo énfasis en que eso fue fundamental para que otras familias también invirtieran. "Sabían que íbamos en serio", dijo.
La familia Ibáñez es conocida en Chile. Su fortuna se remonta a la década de los 50, cuando el abuelo de Nicolás estableció el primer supermercado en el país.
Su padre ayudó después a expandir el negocio a Distribución y Servicio D&S, una cadena que rivalizó con Cencosud, propieda del multimillonario Horst Paulmann y controló alrededor de un tercio de la industria chilena de los supermercados.
Fue en ese entonces cuando Walmart se hizo con una participación de mercado hace 10 años, valuando el negocio en 2 mil 700 millones de dólares.
Cinco años después, Walmart compró el resto de la participación de la familia Ibáñez, poniendo fin a una relación cuyo éxito estuvo en línea con la reforma económica llevada a cabo por el general Augusto Pinochet.
De hecho, la antigua sede de Distribución y Servicio D&S tiene una placa en conmemoración del difunto dictador, quien tomó el poder en un golpe de estado sangriento que derrocó a Salvador Allende. Nicolás señaló que el Gobierno de Pinochet ayudó a restaurar la democracia en Chile y allanó el camino para la transformación económica de la nación.
"D&S y Walmart fueron una combinación ideal. El crecimiento de D&S en Chile igualó la expansión que Walmart hacia de su imperio en EU", explicaron Carolina Bank Munoz, Bridget Kenny y Antonio Stecher en el libro Walmart in the Global South, título publicado en 2018.
Además de diversificar sus inversiones en bienes raíces, los Ibáñez han invertido directamente en negocios a través de Drake Grop, su oficina familiar, nombrada así en honor al explorador Francis Drake. Estas inversiones incluyen a las franquicias en países de habla hispana de Papa John's; el banco inglés Hampden; y Glovo, un servicio de mensajería.
Los acuerdos directos representan alrededor de un tercio de los negocios hechos por Drake Group, de acuerdo con una investigación hecha por UBS Group AG y Campden Wealth publicada en 2018.
Nicolás Ibáñez fundó Drake Real Estate Partners junto con David Cotterman, un exinversionista de la oficina de Michael Dell, mientras los demás miembros del clan familiar buscaban más inversiones en EU. Incluso con la 'guerra comercial' entre el presidente Donald Trump y China, la estabilidad económica de EU hace que el país sea el destino de muchas inversiones desde el extranjero. Las adquisiciones transfronterizas de propiedades comerciales en EU llegaron a un monto de 94.9 mil millones de dólares el año pasado, acercándose a un récord, según Real Capital Analytics.
"Para las familias latinoamericanas, Estados Unidos ha sido siempre un 'paraíso' para su riqueza. La industria de los bienes raíces se está convirtiendo en un 'destino' privilegiado por aquellas familias y todo tipo de inversionistas que buscan más protección", explicó Jorge Escobar, CEO de la firma de bienes raíces Black Salmon Capital.
Drake Real Estate Partners ya ha completado 40 acuerdos, colaborando con firmas regionales con el objetivo de buscar propiedades a las cuales se les pueda aumentar su valor de mercado. Su estrategia contrasta con la de Amancio Ortega, fundador de Inditex, el inversionista más rico en Estados Unidos que proviene de un país hispanoparlante, de acuerdo con el Índice de Multimillonarios de Bloomberg.
Enfocándose en la preservación de la riqueza, el portafolio de Ortega incluye propiedades como el histórico Haughwout Building en Manhattan; el edificio de oficinas más alto de Miami y un bloque de oficina en Washington con un valor de 230 millones de dólares.
Los altos precios han empujado a los inversores inmobiliarios más allá de urbes como Londres y Nueva York, pero muchas oportunidades son demasiado pequeñas para los fondos de pensiones y otros inversores institucionales como Blackstone Group. Sin embargo, las empresas de inversión privadas respaldadas por familias ricas están tomando ventaja de estas ofertas.
Invirtiendo no más de 20 millones de dólares en cada transacción, Drake Real Estate Partners se ha hecho con bloques de departamentos en Carolina del Norte y Ohio. La firma también ha adquirido almacenes en Delaware y oficinas en Tennessee.
El accionar de la firma de Nicolás Ibáñez también enfatiza el 'apetito' que familias acaudaladas tienen por participar como coinversionistas a medida que son más responsables de sus finanzas. Siguiendo el ejemplo de multimillonarios como Bill Gates, muchas de ellas tienen oficinas que actúan como firmas de capital privado que compran participaciones en empresas o las adquieren por completo. Este año, el principal banquero de UBS para multimillonarios advirtió que más clientes están dejando de lado a las instituciones financieras a medida que completan acuerdos privados sin el asesoramiento de los bancos de inversión.
"Nuestras familias quieren ver específicamente inversiones patrocinadas por otras familias", dijo Roszell Mack III, fundador de Mack & Co, con sede en Nueva York, una firma de asesoramiento para familias y personas ricas. "Buscan por todo el mercado, dado que son una fuente de capital importante".
Los Ibáñez pueden encontrar ofertas dentro de su propia familia a través de Nicolás. Él apunta a doblar sus activos en los próximos tres años mediante la ampliación de su base de inversores, es decir, que vaya más allá de las familias latinoamericanas ricas. Cambiando el comercio minorista por bienes raíces, Ibáñez está remodelando las riquezas de su familia.
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